jueves, 7 de noviembre de 2013

Dale miel al guía

Los Masais silban y esperan respuesta, la sabana sigue en silencio. Vuelven a llamar y esta vez sí obtienen respuesta de su guía. El guía no es otro que el indicador dorsipardo o pájaro guía de la miel. El intercambio de silbidos continua, siendo una representación de un fenómeno que lleva años produciéndose en las sabanas de Kenia. Finalmente, el guía lleva a los Masais a su destino, un gran panal de abejas del que obtendrán la dulce miel que venían a buscar. Los Masais obtienen su premio y se marchan, sin olvidar recompensar a su guía con un trozo de panal, si no la próxima vez podría llevarlos a la guarida de un león y el final de la historia no sería tan dulce.



¿Por qué los flamencos son rosas?


Flamencos


Al nacer los polluelos de flamenco son de un color blanco, marrón o grisáceo, sin embargo los adultos presentan un plumaje de colores rosados. ¿Cómo se produce esta transformación?
Los flamencos en la naturaleza se alimentan de pequeños crustáceos, que crecen en las zonas inundadas donde los flamencos viven. Estos pequeños crustáceos se alimentan a su vez de algas y bacterias. Pues bien, son estas algas y bacterias las responsables de que los flamencos sean rosas, ya que al realizar la fotosíntesis generan carotenoides, unos compuestos químicos de colores amarillos, anaranjados o rojizos. Al consumir las algas y bacterias fotosintéticas, los pequeños crustáceos de los que se alimentan los flamencos acumulan carotenoides en su organismo que una vez los crustáceos son consumidos por el flamenco se acumulan en el plumaje de este dándole su característico color rosa.


Hembra alimentando a pollo

Los flamencos con un plumaje rosado generalmente estarán sanos, mientras que coloraciones más apagadas pueden indicar falta de alimento. Esta característica de la dieta de los flamencos hace que en los parques zoológicos donde se alimenta a estos animales con piensos, se tengan que añadir los carotenoides al alimento.


¿Vamos a la luna?

El charrán ártico realiza la migración más larga del planeta. Es un ave aficionada al sol y para ello recorre distancias de hasta 38000km, yendo del Ártico a la Antártida, partiendo siempre que el invierno llega a una de estas zonas en busca del verano en la opuesta.

Charrán ártico


Se ha calculado que a lo largo de su vida un charrán ártico puede recorrer hasta 2,4 millones de kilómetros, es decir, vuela una distancia equivalente a 3 viajes de ida y vuelta a la luna o 60 vueltas al ecuador. Esto resulta bastante impresionante y más cuando esta proeza es realizada por un pájaro que no supera ni el metro de longitud (aproximadamente 30 cm de longitud) ni de envergadura de alas (aproximadamente 80cm).

Rutas de migración del charrán ártico, del norte al sur.

Ligones tomen nota

Las aves del paraíso son una familia de aves compuesta por unas 40 especies la mayoría de las cuales viven en Nueva Guinea. Los machos de estas especies tienen  los plumajes más impresionantes de la naturaleza y algunos de los cortejos más elaborados del reino animal. Pocas son las hembras que pueden resistirse a los encantos de estos galanes del reino animal, que dominan el baile, el canto y el arte de ligar.






Dentro de este grupo merece una mención el Ave Lira, que ha llevado el arte de la imitación a su máximo exponente. Os recomiendo ver el siguiente video hasta el final, es alucinante la extraordinaria variedad de sonidos que esta ave puede emitir con el único objetivo de atraer a una hembra, resulta incluso cómico.

¡¡LIGONES TOMEN NOTA!!




Las aves que conocimos y nunca volveremos a ver

Muchas aves han habitado nuestro planeta y ya nunca volverán a dejar sus huellas en el suelo. Son varias las especies de pájaros que se han extinguido en los últimos siglos debido a la acción del hombre. Generalmente estas especies habitaban en ecosistemas aislados como las islas, lo que las hacía muy vulnerables a la llegada del hombre y sus depredadores asociados, como gatos, perros o ratas, que al llegar a estas islas se encontraban con aves que debido a la falta de depredadores habían perdido la capacidad de volar y se habían vuelto muy confiadas y consecuentemente resultaban muy fáciles de capturar.
Este es el caso de la que probablemente sea el ave extinta más conocida, el dodo. El dodo era una paloma no voladora que habitaba en las islas Mauricio tranquilamente, hasta que un día llegaron los primeros colonos con sus barcos llenos de ratas, gatos y perros que se comían a sus polluelos, y cerdos y macacos cangrejeros que camparon por la isla compitiendo por su alimento a la vez que se comian sus huevos. De esta manera, la caza humana (el dodo era un ave que había evolucionado ajeno a la existencia de los humanos por tanto no los asociaba con el peligro y resultaba muy fácil de cazar, a pesar de su mal sabor) y la presión de las especies invasoras acabaron con el dodo en cosa de un siglo, hasta que en el 1681 se mató el último ejemplar.

Dodo


Otras especies isleñas corrieron la misma suerte que el dodo. Este el caso del Moa, un ave gigante de hasta 3 metros endémica de Nueva Zelanda, que supuestamente fue cazado hasta la extinción por los primeros maoríes. El rascón rojo, también típico de las islas Mauricio y corrió básicamente la misma suerte que el dodo, aunque en este caso la caza tuvo un papel más importante debido a su buen sabor. El emú de la isla King, el ganso de Mauricio, la codorniz de Nueva Zelanda, la lechuza de Rodríguez completan la extensa lista de las aves insulares extintas.

Maoríes cazando Moas

Las aves del continente principalmente se han extinguido debido a la sobrecaza y la destrucción de su hábitat. Uno de los casos más sonados es el de la paloma migradora, que volaba en bandadas de millones de individuos y debido a su caza indiscriminada se extinguió en 1914, cuando el último ejemplar conocido falleció en el zoo de Cincinnati.

Representación de una cacería de paloma migratoria

Otro caso es el de la cotorra de carolina, el único loro típico de Estados Unidos, que se extinguió debido a la caza por parte de los agricultores que las consideraban una plaga, a la destrucción de su hábitat y a las enfermedades, muriendo el último ejemplar en 1918 en el zoo de Cincinnati. Otras especies que sucumbieron de la misma manera fueron el caracará de Guadalupe, el carpintero imperial o el cormorán de Pallas.

La lista de las aves que conocimos y nunca volveremos a ver es escalofriantemente extensa y si no cambian las cosas seguramente aumentará en los próximos años. Aunque existen motivos para la esperanza como la recuperación de ciertas aves que un día se encontraron al borde la extinción y hoy están a salvo, como el ganso de Hawaii o el ibis eremita.

Ganso hawaiano


¡¡Os presento a la Pardela Cenicienta el ave del año SEO 2013!!



Pardela cenicienta


La pardela cenicienta ha sido elegida ave del año 2013 por SEO birdlife. De esta manera la Sociedad Española de Ornitología pretende hacernos a todos participes de la vida de esta hermosa pero desconocida ave  marina, que visita las costas de nuestro país desde el mes de Febrero a Noviembre.

Existen dos subespecies de pardela cenicienta: la borealis que en España anida en las islas canarias y la diomedea, más amenazada que la anterior y que anida en las islas baleares. 

La pardela cenicienta vive en mar abierto donde se alimenta de peces, crustáceos y cefalópodos, siendo capaz de sumergirse algunos metros para atraparlos. Durante las épocas de reproducción, se concentran en colonias de cría, que habitan en islotes y acantilados, donde excavan los túneles en los que construyen su nido. Será allí donde las hembras pondrán un único huevo y en el que criarán al polluelo.

Esta ave es una viajera que no tiene nada que envidiar al mejor de los trotamundos. Durante los meses en los que no se reproducen, las pardelas se desplazan a las aguas de países como Argentina, Sudáfrica o Namibia, volviendo desde allí a las costas de nuestro país cuando la época de reproducción llega.

Desgraciadamente, la pardela cenicienta se enfrenta a un gran número de amenazas que están haciendo que su población disminuya. Entre estas se encuentran su captura fortuita en artes de pesca, la sobrepesca que reduce las poblaciones de peces de las que se alimentan, la contaminación, la depredación de pollos y adultos por ratas, gatos y visones que han sido introducidos en las islas en las que estas aves crían, o la urbanización del litoral.

Esta es la pardela y en el siguiente video podréis verla surcando el aire con su típica elegancia:








miércoles, 6 de noviembre de 2013

Aves de la estepa Española


Las estepas cerealistas son ecosistemas que dependen en gran medida de la actividad de los humanos, que a través de la producción de cereales, crean un mosaico de hábitats formado por patizales, cultivos, zonas de matorrales y árboles que suelen aparecer en las lindes de los campos. Esta variedad de hábitats favorece la presencia de un gran número de especies que se ve reflejada en la variedad de aves presentes en las estepas. Sin embargo, estas son zonas muy frágiles que presentan problemas como la sustitución de los cultivos de cereal por otros más rentables como la vid, el abandono de los campos, lo que produce una desaparición de las áreas abiertas típicas de la estepa y favorece la aparición de zonas de matorral, o como un aumento en el uso de herbicidas y fertilizantes debido a una intensificación de la agricultura.




Las estepas cerealistas españolas se encuentran localizadas en la meseta, Extremadura, el valle del Ebro y el del Guadalquivir. En la Comunidad Valenciana la zona de Allora, cercana a Villena, es una de las zonas esteparias más importantes.

La diversidad de aves en la estepa es muy alta. La Península Ibérica presenta 25 especies de estas aves. Entre ellas se encuentra la avutarda común (Otis tarda), que es la mayor de las aves esteparias y presenta más de un 50% de su población en España.


Avutarda (Otis tarda)


Otras especies típicas de las estepas españolas son el sisón común (Tetrax tetrax), con la mayor parte de su población también en España, el alcaraván común (Burhinus oedicnemus), la ganga ibérica (Pterocles alchata) y la ganga ortega (Pterocles orientalis), que se pueden diferenciar gracias a que la ganga ortega tiene el vientre cubierto de plumas negras mientras que la ibérica lo tiene cubierto de plumas blancas

                                                                                       

Alcaravan común (Burhinus oedicnemus)
Sisón común (Tetrax tetrax)













Diferencias entre la ganga común y la ganga ortega




















Entre las rapaces destacan el aguilucho cenizo (Circus pygargus) y el cernícalo primilla (Falco naumanni), que regresa a zonas de estepa en sus migraciones.



Cernicalo primilla (Falco naumanni)


 En las zonas de estepa predominan las aves insectívoras durante la primavera debido a la abundancia de insectos, mientras que en invierno predominan las granívoras. Debido a la escasez de árboles las aves esteparias normalmente anidan en el suelo, esto puede suponer un peligro sobre todo si las aves hacen sus nidos en los cultivos, ya que cuando llega la época de la siega las segadoras pasan por encima de ellos destruyéndolos y matando a los polluelos. Esta situación se puede solucionar mediante prácticas sencillas como el marcaje y vallado de los nidos lo que hace que las segadoras al llegar a ellos levanten las cuchillas y dejen esa zona de campo sin segar, evitando de esta manera la muerte de los polluelos. La búsqueda de los nidos se suele realizar mediante censos realizados en muchos casos por voluntarios aficionados a la ornitología.


Pollo en nido marcado mediante vallado